lunes, 12 de septiembre de 2011

TWENTY FIVE...Y UN MES


Si, parece increíble pero así es: veinticinco años y un mes han pasado desde el momento en que llegué al mundo.

No soy tan desocupado como para hacer las cuentas exactas; sólo sé que han sido miles de días y millones y millones de horas de vida ¿Que cómo he pasado todo este tiempo en la tierra? Pasándolo, simplemente. Yo, como cualquier otro mortal, considero aventurado y parcial hacer un juicio global de la vida que he vivido hasta ahora. Ha habido de todo; he tenido muchas cosas, pero me han faltado muchas otras que son parte cotidiana y natural de la vida de muchos otros de mi edad e incluso más jóvenes. Hasta ahora no he tenido novio, ni tampoco relaciones. Ignoro qué se siente querer y ser correspondido; hasta ahora he querido a quien no me quiere y rechazado a quienes si me quieren o por lo menos muestran algún interés en mi...en mi defensa diré que era lo mejor: no habría sido justo que les hiciera eso yo, que sé lo que es querer a quien no nos corresponde.

Todo este tiempo que he vivido ha estado marcado por la presencia y la compañía de mi mismo..pero no he sido el único: gracias a Dios tengo una familia pequeña y funcional, han pasado todo tipo de personas por mi camino y también conservo algunos amigos. Creo que todo el mundo los tiene. Son pocos, eso si, pero...¿para qué más? La experiencia me ha demostrado (y a las malas) que es mejor contar con pocos amigos que con cientos de conocidos o peor aún: con enemigos que se hacen pasar por nuestros amigos. Tengo más amigas que amigos, pero no importa, desde niño eso se perfilaba con mucha claridad: tengo mucha más afinidad con las mujeres que con los hombres...lo que no significa que me la lleve mal con ellos; teniendo en cuenta que soy gay, eso habría sido una desgracia.

Dando un vistazo hacia atrás, me doy cuenta de que, también como cualquier otra persona, de cualquier edad y condición, he vivido bien, aún teniendo en cuenta los errores que he cometido, las malas decisiones que he tomado, las buenas oportunidades que deje pasar...en fin, nada es perfecto. Nada puede ser perfecto; una vida así sería muy aburrida. La certeza más dura que he adquirido es la certeza de que, por más que quiera y necesite...no puedo retroceder el tiempo para tomar las decisiones correctas en los momentos indicados. Sólo quedan las lecciones para el presente y para un futuro recóndito e incierto y supongo que así es mejor; las cosas salen y resultan como debe ser.

Según todo el mundo, mi edad actual, los 25, es una edad "crítica": una edad para empezar a reflexionar, para madurar, para empezar a vivir con más calma, más despacio...quizás sentar cabeza y... ¿cómo? A sus 26 años (apenas un año más) Paulo Coelho decidió sentar cabeza porque, tras rebelarse contra sus padres, ser internado en un hospital psiquiátrico, volverse hippie, probar las drogas, tener experiencias homosexuales, ser apresado y torturado, incorporarse a un grupo de teatro y oficiar como periodista, ya había vivido más que suficiente. Cualquiera habría estado de acuerdo...pocos han vivido tantos hasta esas alturas de la vida...pero están algo cerca. Lady Gaga, que es apenas casi cinco meses mayor que yo, afirma que esta edad, los 25, es la edad idónea para perder la virginidad. Ese dato lo supe a través de "Datos WTF" de Facebook y entre los comentarios alguien escribió que en cualquier cosa, era mucho tiempo para esperar. Tiene la razón...es mucho tiempo. Que me lo diga a mi.

Uno no debe compararse con nadie; pero de vez en cuando es necesario o, en cualquier caso, inevitable y, al compararme, llego a la conclusión aterradora de que, para tener 25 años, he vivido muy pocas cosas. ¿De quién ha sido la culpa? Puedo señalar a varios culpables, empezando por mi mismo, pero no serviría de nada. Repartir culpas es inútil y lacerante; mucho más práctico y gratificante es tomar conciencia de que aún vivo y de que por lo tanto tengo la oportunidad de vivir la vida con mayor intensidad. Aún estoy a tiempo y esta vez aprovecharé la oportunidad al máximo, a mi favor tengo que, si bien tengo 25, parezco como de 15 o 16 (aunque a veces exagero diciendo que parezco de 12); creo que eso me da un amplio margen de ventaja.

En estos 25 años y un mes de vida, han faltado cosas, han sobrado otras y se han perdido otras tantas...pero también he vivido muy a mi manera. He tenido una existencia totalmente atípica, como cabe esperar de una persona que fue un niño tímido, excéntrico, encerrado en su mundo, de gustos e intereses estrafalarios y con una inexplicable tendencia a la soledad, el aislamiento e incluso la misantropía. Con todo, viví las mismas cosas que el resto de la humanidad.

He sufrido, he llorado, me he enfurecido, me han lastimado y me han traicionado, he guardado un rencor infinito y he cobrado venganza, en la universidad aprendí muchas cosas de literatura...pero también descubrí lo que son realmente la ira y el odio, he amado (a los equivocados) y les he declarado mi amor, he reído, he aprendido, he rechazado, he acogido, me he conmovido con la belleza, me he sobrecogido con la ternura, me he indignado con la crueldad y la injusticia, he visto cine y TV, he leído muchísimos libros y revistas, he experimentado y he probado lo prohibido, he creado he imaginado, he pintado y he dibujado, he caminado, he corrido, he sentido el viento en mi rostro, me ha mojado la lluvia, he sentido frío y calor, he hecho amigos y he hecho enemigos, me he ilusionado y me he decepcionado, me he desengañado, he decidido y he ignorado, he saboreado todo tipo de comidas, me han embriagado un sinfín de fragancias y repugnado los peores hedores, he escuchado la mejor música y los más finos sonidos, he sentido las mas suaves texturas, he complacido mis ojos con las más hermosas imágenes y escenas, me he equivocado, me he disculpado, me he obstinado, me he entretenido, me he divertido, me he apasionado, he hablado, he gritado y he callado, he ayudado y he sido leal, he sido querido y he sido odiado, me han envidiado y también compadecido, he dormido y he soñado, me he inspirado y he escrito cuentos e inventado una multitud de novelas, me he aburrido y me he entusiasmado, he tenido las peores citas en la historia de la humanidad, he roto promesas y he cambiado mi vida 100 veces...pero sobre todo, no he olvidado, en cambio si he confiado en que viviendo el presente adecuadamente, contaré con un mejor futuro, que el mañana es promisorio y que el objetivo principal en la vida es ser feliz.

Estos han sido mis 25 años de vida; en ellos nací, fui criado, soporté valerosamente ocho años en el colegio, duré cinco idílicos años en la universidad hasta graduarme y ahora estoy acá, tras haber creado un blog, escribiendo en él lo que es y ha sido de mi, así como lo que será, si Dios quiere. Son mis primeros 25 años...quizás no muy intensos e interesantes...pero en los próximos 25 (que empezaron el pasado 13 de agosto) habrá desquite. Confío en que si; no en vano dicen que lo bueno se hace esperar; he vivido 25 años vividos tan bien como ha sido posible vivirlos...pero lo mejor aún esta por llegar.

Muchas gracias por leerme, espero que el post les haya gustado y que me sigan visitando. Les mando un gran saludo y, por supuesto, esperen más posts.



 

 

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