martes, 12 de abril de 2011

(¿) AMIGOS (?): LA MOSQUITA MUERTA


¡ADVERTENCIA!: Si bien las situaciones acá descritas son reales, los nombres de los directamente implicados han sido cambiados para proteger su identidad. Se recomienda discreción.

Ella hacía parte de ese grupito de petardos insoportables del primer semestre que, sin embargo, yo me empecinaba en llamar "mis mejores amigos" con la ingenuidad de los 18 años (cuando eso es todo lo que hay y uno no conoce nada mejor, pues...) A mi La Nenis me parecía tan bella gente, tan dulce, tan tierna, tan juiciosa, tan de su casa, tan niña bien impresión que ella reforzaba con comentarios típicos como: "ay, tan lindo...tan tierno...tan divino...aaaaay". Pero qué equivocado estaba.

Cómo sucede muchas veces, por distintas razones, uno se hace el de la vista gorda ante ciertas señales, ciertos signos que delatan el verdadero yo de una persona: por más encantadora y fascinante que se mostrara, tenía sus saliditas en falso, sus comentarios medio incómodos, sus actitudes desconcertantes. Pero yo seguía creyendo que ella era la encarnación del candor. Hasta que un día...la conocí: la verdadera y despreciable Nenis.

Ocurrió que a mi me gustaba alguien de ese grupo y, para mi infortunio, todos los demás se enteraron de eso. Uno de ellos en particular, muy cercano a La Nenis, me la montaba con eso: se la pasaba "dándome celos" con el man en cuestión, entonces lo abrazaba, lo cogía de la mano, lo presentaba como el novio (pufff) etc., etc. Resultó ser que este tipo, un mal día, me dijo que La Nenis le había dicho que yo me le había quedado viendo re mal una de las veces que había abrazado al tipo que me gustaba y que incluso me puse "colorado de la piedra" y por eso, ella consideraba que lo mejor era que hablara conmigo (que me parara). Total y completamente FALSO: en ningún momento los mire mal ni mucho menos me puse colorado de la piedra, es más: ni siquiera me tomaba en serio lo que él hacía...pero La Nenis ya había montado toda una película que dejaría verde de envidia a Alfred Hitchcock.

Todo este incidente fue el punto de partida para una serie de eventos que se desatarían como una clásica reacción en cadena. Tiempo después, el tipo en cuestión le sacó la piedra a La Nenis en una conversación telefónica: no en vano dicen que "mal paga el diablo a quien bien le sirve" pero la verdad eso a mio me tenía sin cuidado: lenta, pero inexorablemente, me había empezado a alejar de ese grupito. En especial de La Nenis a quien le había tomado un terrible fastidio: la gente falsa, doble, chismosa, hipócrita y traicionera nunca ha sido de mi agrado y La Nenis no parecía ser otra cosa.

La misma semana en que me aleje de forma definitiva de ellos haciendo uso (¡al fin!) de mi voluntad y mi razón, supe por otra compañera de la carrera que en otrora, ella se saludaba y hasta se hablaba con el que, considero yo, de todos los miembros de ese grupito nefasto era el único que sabía utilizar su cerebro: El Filósofo, tuvo iba bien...hasta que el man dejó de saludarla, siquiera ¿por que? Por más chismes de La Nenis con quien ella no congeniaba para nada (ella si vio desde un principio la clase de persona que era). Pese al distanciamiento de ese grupito, seguía hablándome con algunos de ellos y varias veces me encontré a La Nenis. Ni siquiera me miraba y ni hablar de al menos saludarme: favor que me hacía porque a mi tampoco me daban ni cinco de ganas de saludarla a ella.

Al año siguiente, La Nenis y yo coincidimos en un curso y recuerdo perfectamente sus miradas furtivas hacia mi, seguidas siempre de risas y sonrisas socarronas y burlescas. En otras palabras, acabó de pelar el cobre, obviamente no me importaba en lo más mínimo lo que pensara o dijera de mi. Pero su presencia y su cercanía me irritaban sobremanera. Lo peor, es que, al estar en el mismo semestre, coincidíamos en la gran mayoría de los cursos y siempre me tenía que aguantar lo mismo de ella: su sonrisita marica y sus miradas de superioridad. Para colmo, un día, teníamos que exponer y justo cuando me tocó pasar a mi al frente a dar mi exposición...la estúpida esa se paró y se fue con uno de los pendejos del grupito en cuestión.

Gracias a Dios esa fue la última vez que vi a esa mosquita muerta y putrefacta: nunca más la volví a ver en ningún curso y se graduó antes que yo (cosa por la que también doy gracias a Dios)

Desafortunadamente, gente como La Nenis abunda en este mundo, en colegios, universidades, oficinas, ámbitos familiares, bazares de pueblo, ferias de barrio, correccionales y reformatorios. Y, como pudieron darse cuenta, son personas falsas que ocultan su verdadera personalidad bajo una máscara de ternura y suavidad, pero NO SE DEJEN ENGAÑAR, confíen en su intución y presten mucha atención a todo, TODO lo que esa persona haga o diga: cada actitud, cada movimiento, cada gesto, cada palabra, las deja en evidencia.

Sólo es cuestión de prestar atención, cosa que resulta de vital importancia porque quien uno cree que es su mejor amiga, resulta dándole la puñalada trapera de la peor forma posible y ni hablar de los problemas en los que nos mete con sus chismes y habladurías - eso si, siempre a nuestras espaldas, porque esa gente es incapaz de hablar y dialogar en el momento indicado y con la persona indicada: lo suyo es el chisme de cocina - Ella me demostró, al igual que los demás miembros de ese grupito, que, en efecto, si el dicho dice que es mejor estar solo que mal acompañado es porque es mejor estar solo que mal acompañado y que la gente así, es como cuando uno barre: todo el mugre, la basura y la suciedad...quedan reunidas en un mismo sitio. Triste, pero cierto.

En conclusión, quien uno cree que no rompe un plato...rompe toda la vajilla. Y quien parece una mosquita muerta, resulta siendo, más que una abeja, una cucaracha de motel.          

No hay comentarios:

Publicar un comentario