jueves, 14 de abril de 2011

LA HISTORIA OFICIAL


¡ADVERTENCIA!: Si bien las situaciones acá descritas son reales, los nombres de los directamente implicados han sido modificados para proteger su identidad. Se recomienda discreción.

En una de nuestras muchas conversaciones, El Sardino me habló de una prima suya, prima en segundo grado por el lado de su mamá. La prima lo cuidó cuando él era niño y él jugaba con los hijos de ella: La Chencha y El Joaco. Además de ellos, la prima tenía otros dos La Lucha y El Javi. Sucede que por cosas de la vida, la prima se distanció: empezó a visitarlos cada vez menos, casi no llamaba y, en otras palabras, siguió viviendo su vida por aparte.

Hasta que, un buen día, me encontré al Sardino en la universidad, después de saludarnos y ponernos al día en unas cuantas cosas, El Sardino me contó que, después de mucho tiempo, la prima había vuelto a la casa; los había visitado eso si, a las carreras, pero visita es visita. Les contó que había estado muy bien, que los hijos muy bien, que La Lucha se había casado y tenía dos chinitos y esperaba un tercero, que El Joaco también casado y también con chinitos a bordo y que además estaba trabajando en una constructora, La Chencha recién había terminado con el novio y estaba juiciosa estudiando y trabajando en una tienda en el centro y El Javi...ahí en la casa, junto con La Chencha, eran los únicos que seguían viviendo con su mamá.

Él estaba estudiando ingeniería industrial en la nocturna y trabajaba de día como mesero. Fue en este punto cuando El Sardino me hizo su típica mirada socarrona e insinuante y dijo: "Le pregunté a la prima que si El Javi tenía novia o que...y me dijo que no: que nada de eso. Marica, ese man ya debe estar por sus veintitantos y si no tiene novia...usted y yo ya sabemos" Me quedó sonando, no lo puedo negar. Pero es normal que El Sardino saque conclusiones apresuradas y yo no conocía al man, así que me abstuve de opinar. Dejé así.

Más o menos seis meses después, entrando a la universidad, me encontré al Sardino con la que cara de tragedia, cuando le pregunté que por qué esa cara, me dijo que habían matado al Javi. No lo podía creer, pero así había sido: había sido en un asalto a la salida de una discoteca. Arma blanca. Muerte casi isntantánea. Tenaz...

Días después, la prima, en medio de su duelo, volvió a la casa del Sardino, a contar cómo había sido todo aquello, pero además, dijo algo que revivió las sospechas del Sardino: según parece, unas semanas antes de su muerte, El Javi se había peleado con ella y, en medio de el calor de la batalla, le dijo que se iba a vivir con el carnicero del barrio...y así lo hizo.

"Parce, ¿eso que tiene de raro?" le pregunté al Sardino cuando me lo contó, esperando que yo pensara lo mismo que él. Sus argumentos: ¿quien, cuando se pelea con su mamá, de buenas a primeras se va a vivir con el carnicero del barrio? Era muy extraño. Las sospechas del Sardino se confirmaron con otra inquietante visita a su casa: la visita de La Nancy, otra prima por ese mismo lado y, por lo tanto, tía del Javi. El Sardino me contó que estaban en la cocina, haciendo la visita, cuando de pronto, la mamá del Sardino trajo a colación la muerte del Javi. Con el tema puesto sobre el tapete, La Nancy decidió contar el secreto: El Sardino tenía razón, El Javi si era gay. La Nancy nos confesó que ese fue precisamente el motivo de la pelea con la prima, que no se resignaba a tener un hijo gay y mucho menos que saliera con un hombre que casi le triplicaba la edad. El Javi no lo toleró y lo escogió a él por encima de su mamá.

Esa decisión, le costó la vida. Él no murió a la salida de una discoteca, murió en su casa, a manos del carnicero en lo que parece ser, fue un ataque de rabia y de celos. Parecía bastante lógico, a mi modo de ver, por lo menos, un carnicero debe de tener tantos cuchillos en su casa como en su lugar de trabajo. En dos palabras: crimen pasional, algo que la prima ocultaba de forma casi obsesiva ¿temor? ¿vergüenza? ¿respeto por la memoria del hijo muerto? Sólo ella lo sabe. El carnicero estaba prófugo de la justicia. El círculo se cerraba.

Generalmente, concluyo diciendo algo...esta vez dejaré que sean ustedes los que saquen las conclusiones de esta historia. Por ahora, los invito a que vean un video musical que cae como anillo al dedo para esta historia. Que lo disfruten. Un saludo.

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