sábado, 23 de abril de 2011
CLÁSICOS DEL SÉPTIMO DESASTRE: AUSTIN POWERS
De todas las décadas del siglo XX, los 60 han sido y serán una de las que mejores recuerdos han dejado en aquellos que la vivieron: Los Beatles, Charles Aznavour, Sandro, los hippies, la revolución sexual, la llegada del hombre a la Luna, la moda psicodélica, los movimientos estudiantiles en Francia y Checoslovaquia y las guerrillas en Latinoaméricana marcaron no sólo la década sino también el nacimiento de una generación decidida a vivir en un mundo justo y pacífico, con ideales y con valores reales.
Pero las actuales generaciones, empero, hemos tenido que ver cómo de una forma vil y miserable, el espíritu de los 60, el recuerdo que se tiene de esa época dorada ha sido mancillado con un bodrio cinematográfico de la peor especie: Austin Powers.
Se preguntará el lector que no ha tenido el infortunio de ver siquiera una escena de este remedo de película: ¿quién es Austin Powers? Bueno, Austin Powers es el fatídico resultado del cruce nefasto entre James Bond y algún engendro subnormal...con mucho más de lo segundo que de lo primero, dando como resultado una "parodia" de las películas de acción de la época. Austin Powers, pese a ser feo, desagradable y aprehensivo desde todo punto de vista, resulta irresistible para las mujeres (si, eso es un total misterio) y, para colmo, simboliza en si mismo la faceta negativa de aquella época: la promiscuidad y la desastrosa moda que marcaron los últimos años.
En todo caso, Austin Powers, por razones que no vale la pena esgrimir, es congelado y vuelto a la vida treinta años después, en los 90, dando lugar a un sinfín de situaciones de una ridiculez y un mal gusto increíbles. Aparte del protagonista ¿que la hace ser tan insufrible? Los villanos, quienes componen la casi totalidad del elenco: el Doctor Malito, Fat Bastard, Goldmember, Mini Me y Ardosa Fagina sólo por mencionar algunos de ellos, una sarta de personajes, sino igual, peor de ridículos que el protagonista y sus aliados (creo que Beyoncé, como Foxxy Cleopatra, y Liz Hurley, como Vanessa Kensington, recordarán el haber participado en este circo romano como uno de los peores errores de sus carreras).
La película, en gran medida apoyada en sus esperpénticos personajes, abunda en chistes de pésimo gusto, alusiones obscenas y grotescas, escenas y situaciones tan asquerosas y nauseabundas (literalmente hablando) como quepa imaginar y caricaturizaciones petéticas y deplorables de los estereotipos y símbolos de los años 60. Por tales razones, creo que más que no verla, deberían prohibir su exhibición, imponiéndole una censura aún más rígida y severa que la de una película de cine rojo (al menos esas películas producen algún tipo de placer y son, de lejos, mucho menos inmorales que esta aberración filmica).
Lo que pareció ser una "grandiosa idea" de Mike Myers (quien en la película interpreta simultáneamente a Austin Powers y buena puerta de su legión de archienemigos con el Doctor Malito a la cabeza) concluyó en una cinta en la que el espectador no sabe ni que hacer ni que sentir: ¿nauseas? ¿vergüenza ajena? ¿dolor testicular? ¿lástima? ¿tristeza? Sea lo que sea, sospecho que lo que predomina son unas ganas irreflenables de arrojar, con todas sus fuerzas, la lámpara de la mesita de noche contra la pantalla del televisor (espero que nadie haya tenido que pasar por la experiencia de pagar una entrada de cine para ser torturado de esa manera).
Y para quienes no saben nada de esta película y creen ingenuamente que esta monstruosidad se limitó a una sola entrega, les diré que no: desafortunadamente hay más secuelas, cada una peor que la anterior, cada una nefasta a su propia manera; incluso me enteré que están preparando una nueva película para el 2013, por lo que Austin Powers entra triunfante, no sólo al Hall de la Infamia de las Artes Cinematográficas, sino también al Salón de Las Sagas Malditas.
Para concluir, el trailer de esta abominación, puesto, como siempre, para que aquellos bienaventurados que no se han visto eso tengan un atisbo de la catastrofe antes de que tengan que verla y, de paso, se den cuenta de que lo acá descrito no es ninguna exageración. Nuevamente gracias por leerme y espero tanto sus visitas frecuentes como sus comentarios. Un saludo, se cuidan y espero que esta entrada haya sido de su agrado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
dura entrada, aunque no la apoyo
ResponderEliminarJA JA JAAA
ResponderEliminarEl problema es q no entendiste a que género pertenece Austin Powers ni el estilo humoristico del acotr/productor.
Si no entiende del tema, no opine.
O simplemente diga que no es de su gusto y chau, te gastaste una entrada en algo que existe desde la Edad Media y no entendés: el Absurdo y la Parodia.
chau, suerte